La Personalidad

Si se comparan las diferentes etapas de la vida de un individuo, teniendo en cuenta su temple vital básico, el punto de mira de sus fines y tendencias, el curso y forma de sus pensamientos, sus decisiones y tipos de conducta, se encuentra siempre dentro de la variabilidad de los múltiples acontecimientos, cierta uniformidad en el modo de ser elaboradas anímicamente las experiencias de la vida a lo largo de la existencia individual.

Así, por ejemplo, es propio de ciertas personas responder con una intensificación de la voluntad a la resistencia que encuentra a su paso, mientras que otros se apartan de las luchas, buscan rodeos y se resignan, renunciando una y otra vez a algunos de sus objetivos. O, para citar otro ejemplo: hay hombres que frente a los desengaños de sus esperanzas, reaccionan con pesadumbre y tristeza, otros, con irritación y cólera, con enfado e impotente exasperación; otro grupo, por el contrario, con activa protesta. En la medida en que tales tipos de vivencia se pueden comprobar como constantes relativas de la vida anímica del individuo, las designamos con el nombre de disposiciones anímicas.

Los estilos de personalidad son observables a través de la escritura y en la propia definición de Grafología, como dice Elisenda Lluís Rovira, ésta ciencia estudia el carácter de una persona por medio de la mímica de su escritura. De ello puede inferirse que la importancia del mensaje no radica en el contenido semántico del texto, sino en la característica física de la escritura. El estilo de la redacción, la corrección ortográfica y el asunto que se expone son, en principio, irrelevantes; lo que debe llamar nuestra atención es el movimiento de los trazos, la manera como se desliza en el papel con su pluma.

Por todo ello, podemos decir que la grafología es el estudio de los significados no lingüísticos de un manuscrito: el estudio de los gestos y las expresiones que se reflejan en su escritura, la fuerza y la debilidad con la que se ha escrito, nos da una muestra de la personalidad del escritor.
Esta personalidad indica la manera en que la persona está preparada para tener mayor o menor orientación al logro de objetivos y también conque soltura se maneja en la vida de relación – tanto laboral como social.

Asimismo el escrito marca el conjunto de la personalidad de quien escribe, su nivel intelectual, su interés por evolucionar, su energía y emotividad.